La música folk, country y bluegrass a menudo presenta el sonido distintivo del banjo. Twangy, brillante y casi metálico, el banjo es un instrumento de cuerda pero no suena como su prima la guitarra, que puede ser suave y cálida. Si desea una comparación lado a lado de cómo se diferencian las guitarras y los banjos, no busque más allá de la película de suspenso de 1972 "Deliverance" y la famosa escena "Dueling Banjos", donde dos personajes se enfrentan cara a cara con sus instrumentos de cuerda.
Aunque ambos instrumentos se ven bastante similares (de cuerdas, con un puente y un mástil), los sonidos que producen son de alguna manera completamente diferentes. ¿Por qué? La respuesta corta es que las cuerdas de un banjo reaccionan de una manera muy compleja cuando se tocan. Tiene que ver con la acústica, la física y la forma en que se fabrica el banjo.
El banjo es básicamente un tambor con un mástil largo y cuerdas estiradas a lo largo, fijadas en cada extremo. Un puente sostiene las cuerdas sobre la membrana del tambor. La membrana del tambor es muy delgada, por lo general alrededor de 12 milésimas de pulgada de espesor. Por el contrario, la caja de resonancia de una guitarra suele tener un grosor de aproximadamente 1/8 de pulgada, con el puente fijado a la tabla [fuente:Hunn]. Cuando tocas una cuerda de banjo, el tambor resuena y el puente vibra, emitiendo un sonido. El punteo de un banjo es mucho más fuerte que el punteo de una guitarra porque la cabeza delgada del banjo vibra mucho más.
Un físico ganador del Premio Nobel llamado David Politzer estudió este fenómeno en profundidad. Politzer cree que el sonido vibrante y fuerte del banjo proviene de algo llamado modulación de frecuencia. Puede modular la frecuencia de un instrumento de cuerda cambiando la tensión de la cuerda. Por ejemplo, los guitarristas modulan la frecuencia de una cuerda cuando la empujan hacia los lados y obtienen ese sonido de trémolo o temblor.
La tensión de una cuerda pulsada de banjo cambia a medida que vibra. Debido a que el tambor de un banjo es tan delgado, el punteo también hace vibrar el puente. Entonces, la tensión de la cuerda cambia dos veces:una por el tirón inicial y luego otra vez por el movimiento resultante del puente. Este cambio en la modulación de frecuencia es lo que le da al banjo su sonido vibrante y brillante.
Quizás se pregunte por qué esto no sucede con mandolinas u otros instrumentos de cuerda como violines, donde el puente y las cuerdas se mueven en tándem. La respuesta es bastante simple:es porque esos instrumentos están hechos de madera gruesa. Sus cajas de resonancia (en comparación con el tambor/membrana del banjo) son demasiado pesadas para vibrar. De hecho, Politzer señala que si reemplazas la delgada membrana del tambor de un banjo con madera, ya no suena como un banjo.