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Cómo componer una canción

Aunque parezca que el arte de la composición esté al alcance de solo unos pocos, la realidad es bien distinta. No hacen falta grandes medios ni un talento deslumbrante para materializar aquella canción que tienes en mente. Hazlo ordenadamente y no te desanimes si la primera versión no es la que esperabas. Hacer una canción con buenos acabados puede ser altamente gratificante, y sólo el hábito hace al profesional.

Pasos a seguir: 1

Primero debes decidir, de la misma forma que cuando escribes una historia, el tema sobre el que va a tratar. No hagas algo genérico, piensa más bien cual es tu objetivo al componerla: hacerle un regalo a la pareja, impresionar en un evento, comenzar una maqueta... Si se dirige a un gran público, probablemente diferirá de si la imaginas para una audiencia pequeña (estilo más o menos intimista, etc.). Limitarte en este aspecto te ayudará a focalizar esfuerzos.

2

No hagas algo muy recargado al principio. Intenta simplificar y sintetizar tanto como puedas. La estructura debe ser clara y definida, sin redundancias. Sólo así podrá ser entendida llegará a quien la escuche.

3

Escribe la letra. Ahora que sabes sobre qué escribir inspírate, pide ayuda a tus amigos, toma como base antiguos poemas (vigila con los derechos de autor), etc. Si además des que eres capaz de incorporar el tono y algunas partes de melodía en esta fase, mucho mejor. Pero no todo el mundo tiene tanto bagaje o facilidad musical como para hacerlo, así que no te preocupes si ahora no te sale nada. Haz la letra tranquilamente.

4

Piensa y decide qué instrumentos acompañaran las voces. Escógelos bien, los que sean realmente necesarios. Es más fácil empezar con un set básico que no organizar muchos componentes. Además, asegúrate de que no se solapan con las voces, éstas deben oírse con claridad.

5

Decide también si quieres incluir coros en la composición. Puede que tengas amigos que quieran colaborar con tu proyecto y se quieran animar a cantar contigo, es una buena idea siempre que se adapte bien a la canción y no suene forzado. La cantidad no garantiza la calidad, en este caso.

6

Graba. Si no tienes un estudio propio o el de un amigo, y si no quieres gastarte el dinero en alquilarlo, lo mejor que puedes hacer es sacar el máximo partido de las herramientas de las que dispongas. Existen herramientas como el GarageBand (Mac) o el Pro Tools (para usuarios de nivel medio-avanzado), que te permitirán sacar mucho partido a tu creación.

7

Como siempre que se crea una obra, hay que ver si funciona, revisarla y corregir todo aquello que no guste para mejorarla hasta que convenza, a ti primeramente y luego a tus amistades. Así que ánimo y constancia en este proceso, trabájalo hasta que quedes satisfecho.