Una vez que su bebé haya dominado el poder levantarse y comience a brincar hacia arriba y hacia abajo, estará desarrollando los músculos de sus piernas. Estos son esenciales para aprender a poner un pie delante del otro, y los juguetes para empujar pueden ser el siguiente paso para que se mueva con confianza.
Según los expertos, los juguetes para empujar, como canastas de compras o palomitas de maíz, le brindan a su nuevo explorador algo a lo que agarrarse para apoyarse, al mismo tiempo que le enseñan a mirar hacia adelante en busca de obstáculos y cómo maniobrar alrededor de ellos. Por supuesto, es posible que su hijo prefiera empujar la caja en la que vino el juguete. Eso también funcionará. De hecho, cualquier cosa que pueda empujar la ayudará a aprender a caminar y a desarrollar los músculos que necesita para hacerlo bien.
¿Qué pasa con los andadores, esos juguetes en los que pones a un niño mientras aprende a caminar? Algunos médicos dicen que no son una buena opción y que los peligros de los andadores superan los beneficios. Los bebés que usan andadores pueden caerse, caerse por las escaleras o atraparse los dedos. Incluso pueden quemarse, ya que los niños en andadores pueden llegar más alto (hasta la parte superior de la estufa, por ejemplo) que desde el piso. Además, la investigación sugiere que el uso de un andador puede retrasar sentarse, gatear o caminar, así como el desarrollo mental y motor [fuente:Hoecker].
El equipo extra no es necesario. Puede hacer que su hijo se levante y se mueva tomándolo de las manos mientras se detiene y da esos pasos tentativos. Dele una plataforma de aterrizaje agradable y suave (alfombra o tapete) para esos choques inevitables y mueva los muebles con bordes afilados fuera del camino. Un día, probablemente antes de que estés listo, la encontrarás dando vueltas por la casa. ¡Entonces comienza la siguiente etapa de tu trabajo!
Publicado originalmente:27 de abril de 2015