Las amistades y las conexiones son vitales para la felicidad en la vida, pero cuando no van como deberían, pueden ser agotadoras. Siempre somos rápidos para pasar la pelota, pero si tienes dificultades para mantener unidas las amistades, es posible que el problema no sean ellos, sino tú. Echa un vistazo más de cerca para descubrir si no eres el buen amigo que siempre pensaste que eras...
1. Crees que siempre tienes la razón
¿Crees que nunca tienes la culpa de nada? ¿Te cuesta recordar la última vez que te disculpaste con tu amigo? ¿Crees que los problemas de los demás no son tan importantes? No le dispares al mensajero, pero si las respuestas a estas tres preguntas son afirmativas, es probable que no solo seas un amigo insensible que rara vez considera los sentimientos de otra persona, sino que también eres egoísta.
No permita que sus amistades sufran a expensas emocionales de su enfoque obstinado e insensible. En su lugar, trate de cultivar la empatía, vea el problema desde la perspectiva de la otra persona y hable abiertamente sobre cómo se sienten ambas partes en lugar de ignorar o cerrar el punto de vista de la otra persona. Si quieres conservar a tus amigos por voluntad y no por la fuerza, mostrar empatía es uno de los aspectos más importantes que se necesitan para mantener unidas tus amistades.
2. Haces un favor
Esto es lo que pasa con los favores:siempre debes recordar un favor hecho por ti, pero nunca recordar un favor que le hayas hecho a otra persona. Sin embargo, si te encuentras viviendo la vida con esto al revés y recordándoles repetidamente a tus amigos el favor que les hiciste hace mucho tiempo atrás en la edad oscura, entonces dejar que esto cuelgue sobre la cabeza del destinatario por lo que parece una eternidad definitivamente no es el camino. para cultivar una amistad feliz.
Ofrecer un favor es su elección como amigo y nunca debe usarse en una fecha posterior para influir en el resultado de un punto completamente diferente. Siempre ofrezca favores con un corazón abierto y sin cálculos, o no los haga en absoluto.
3. Eres maliciosa con las reapariciones
Una amiga puede confiarte sus secretos más íntimos, pero si todo lo que puedes obtener a cambio son respuestas maliciosas sobre su novio o su familia, ese es un boleto de ida hacia una amistad tóxica. Tu amiga no necesita escuchar que su último apretón es un imbécil o que su familia está al revés. La verdad es que ella probablemente ya lo sabe en el fondo y no necesita sentirse peor por una situación ya complicada.
En lugar de eso, haz un esfuerzo por mejorar tus habilidades para escuchar y deja que ella comparta sus problemas sin que te juzgue. Mantén su confianza en ti encontrando una manera de reflexionar sobre ellos de una manera compasiva que no agregue insulto a la herida.
4. Eres un bloqueador, no un animador
La vida está llena de suficiente presión de grupo sin que tus amigos se sumen a la mezcla. Empujar y engatusar constantemente a tus amigos para que actúen de cierta manera, salir cuando preferirían quedarse o vestirse de la misma manera que tú no es el sello distintivo de un buen amigo.
Si está presionando a sus amigos para que actúen de cierta manera que le interesa a usted, tómese un momento para pensar:¿por qué es tan importante que se suscriban exactamente a sus propios valores? En su lugar, trata de fomentar un poco de autodisciplina y reconoce que tus amigos son su propia entidad y no una extensión tuya. Y recuerda que tu definición de éxito o diversión no es necesariamente la de los demás.
6. Eres codicioso
¿Siempre vas rápido al baño en el momento en que la cuenta llega a la mesa? O ¡ups! ¿No tienes dinero en tu cartera? ¿Eres siempre el que pide prestado pero nunca presta, y básicamente eres una esponja?
La amistad es una calle de dos sentidos y si usted es constantemente el que toma y no da, entonces es probable que su amistad no tarde mucho en esfumarse. Por supuesto, no damos para recibir, pero la amistad es un acto de equilibrio. Asegúrese de contribuir, pagar la cuenta y estar feliz de prestar sus artículos tal como lo haría su amigo con usted.
7. Tu vida es un drama
Sí, sabemos que a todos les encanta un buen drama, pero no toda la vida. Si descubres que tu vida se tambalea de un drama a otro, absorbiendo a todos los que te rodean con cada ocurrencia exagerada, ten en cuenta que esto puede volverse agotador para aquellos con los que te rodeas.
Intenta cambiar tu perspectiva y ser más consciente de ti mismo. Reconocer que eres tú quien crea el drama es el primer paso para minimizarlo. Trate de detenerse, respire profundamente y reflexione sobre si lo que le molesta realmente vale la pena. Y piénsalo dos veces antes de meter a tus amigos en el agujero del drama contigo.
Las malas amistades pueden absorber la vida y la bondad incluso de los mejores. Con un poco de objetividad y reflexión, puedes asumir la responsabilidad de tus amistades y ser un mejor amigo antes de que reconsideren la compañía que tienen.