El ritmo de vida que llevamos, en ocasiones, hace que nuestro cuerpo se resienta. Después de muchas horas de pie esperando el autobús o sentados en la oficina con zapatos, que en ocasiones nos quedan apretados y nos rozan la piel, es normal que al llegar a casa nos sintamos resentidos y empiecen a aparecernos molestias en los pies y acaben saliendo asperezas o incluso callos en piel si no somos constantes con su cuidado. A lo largo de la historia, se han inventado multitud de cremas y tratamientos que ayudan al cuidado y limpieza de la piel, pero desde la época del antiguo Egipto hay un objeto que nunca ha pasado de moda y que sigue siendo uno de nuestros mejores aliados de belleza y salud natural: la piedra pómez.
En este artículo de unCOMO te explicamos cómo usar la piedra pómez y cómo sacar el máximo beneficio de esta preciada roca volcánica.
Qué es la piedra pómez
Esta famosa piedra tiene su origen en el magma volcánico. Al igual que muchas otras rocas volcánicas, tiene una porosidad y ligereza que la vuelve muy llamativa. Su forma y composición se debe a un rápido enfriamiento a la hora de que el magma se expulse, por lo que todo su material queda condensado y con zonas llenas de aire, por eso tiene ese aspecto hueco y poroso.
La piedra pómez se lleva usando desde la época del Antiguo Egipto, Roma y Grecia como un elemento de belleza e higiene. Entre sus usos no solo está la exfoliación y eliminación de células muertas de forma habitual para mantener en buen estado la piel, sino que también sirve para limar asperezas y callos e incluso para depilar el vello corporal.
Podemos encontrar la piedra pómez en muchos colores y formas, desde las casi negras, hasta las blancas y redondeadas. Sea como sea, su comercialización nunca ha decaído y podemos encontrarla a un precio muy económico en cualquier supermercado o farmacia de confianza.
Cómo usar la piedra pómez para depilar
Si la cera u otros métodos de depilación te suponen un proceso doloroso, pero no tienes tiempo ni dinero para hacerte tratamientos láser u otros similares, la depilación con piedra pómez se puede convertir en tu mayor aliada ya que, gracias a su porosidad y forma, ayuda a eliminar el vello sin apenas darte cuenta.
La manera de hacerlo es muy sencilla, pero se debe tener en cuenta que, para empezar a ver los resultados, hay que ser constante. No pienses que de una pasada se eliminarán todos, pero con el paso de los días irás viendo la zona cada vez menos poblada. Lo único que necesitas es seguir estos sencillos pasos para depilarte con la piedra pómez:
- Elige la zona que quieras depilar: considera que las ingles y el rostro son zonas muy sensibles y se podrían irritar bastante con este método. La piedra pómez, por el contrario, es ideal para piernas, brazos, hombros y espalda.
- Prepara la zona: lo mejor es que te des una buena ducha tibia para ir preparando la zona, además de relajar tu cuerpo para eliminar las toxinas y aprovechar para exfoliar la piel.
- Desinfecta: al igual que en cualquier otro tratamiento depilatorio, debemos limpiar con jabón neutro la zona antes de proceder, para evitar cualquier posible infección ante un raspado.
- Haz movimientos circulares: una vez lista la zona, pasa la piedra pómez con movimientos circulares y continuos pero sin presionar mucho la piel para evitar una irritación. Los movimientos deben ser circulares y pequeños, nunca de arriba abajo para evitar cortes.
- Aclara la zona: una vez que termines, solo quedará limpiar la piel y tu piedra pómez y aclarar así los restos de jabón que queden.
Como decíamos, no verás los resultados totales al instante, pero con los días notarás la piel más suave, limpia y sin tanto vello.
Cómo usar la piedra pómez para los callos
Uno de los usos que más se ha extendido de la piedra pómez es para la eliminación de callos y durezas, sobre todo en los pies, donde salen con más facilidad al estar casi todo el día en contacto con los zapatos. Si notas que tus talones, plantas de los pies, codos o manos están ásperos y con zonas de piel más duras y gruesas de lo normal, sigue estos sencillos pasos para quitar callos con la piedra pómez y notarás la diferencia:
- Ablanda la zona: al igual que en el caso de la depilación, la piel debe estar blanda y suave a la hora del tratamiento. En el caso de manos y brazos bastará con una ducha tibia, pero si se trata de los pies, lo mejor es que los pongas a remojo en un barreño con agua tibia unos 10 minutos.
- Humedece la piedra: la piedra pómez no debe estar completamente seca, si la humedecemos se deslizará mucho más fácilmente y evitaremos irritaciones.
- Desinfecta: con jabón neutro lava y masajea la zona para evitar cualquier posible infección.
- Frota: comienza a usar el lado más abrasivo de tu piedra pómez con movimientos envolventes y constantes alrededor de la aspereza. No debes sentir dolor o irritación; en ese caso estarás ejerciendo más presión de la necesaria. Continúa con estos movimientos hasta que vayas notando la zona más blanda y suave.
- Enjuaga: una vez hayas terminado, enjuaga la zona y lava bien tu piedra para quitarle los restos de piel muerta.
Al terminar esta exfoliación con piedra pómez, enjuaga con más agua y deja la piedra secarse sola al aire para que elimine toda la humedad. Aplica en tu piel alguna crema o aceite hidratante para ayudar a la nueva piel que se acaba de dejar al descubierto. Puedes repetir este ritual varias veces por semana hasta que empieces a notar la zona sin duricias o callos. Como ves, la piedra pómez es un elemento natural y muy beneficioso para nuestra piel que puede ayudarnos, de una manera sencilla, económica y casera a conseguir una piel perfecta.
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