No cabe duda de que el sol tiene efectos positivos en nuestras vidas. Esta estrella mejora nuestro estado de ánimo en los días soleados e interviene en la síntesis de la vitamina D, fundamental para fijar el calcio en nuestros huesos. A todos nos gusta salir de casa por la mañana bajo un cielo azul, ir a la playa, tomar el sol, o realizar actividades al aire libre bajo el sol. Sin embargo, los beneficios que puede tener el sol se acaban cuando nos exponemos a su luz ultravioleta durante un tiempo excesivo.
La piel tiene memoria y cada vez que la sometemos a los rayos del sol aumentamos la posibilidad de sufrir daños en la piel que incluso pueden manifestarse pasados varios años. ¿Cómo afecta el sol a la piel? Continua leyendo este artículo de unCOMO donde te lo explicamos con detalle.
Beneficios del sol en nuestra salud
Fortalece los huesos
El sol interviene en la síntesis de vitamina D, fundamental para fijar el calcio en los huesos. Los rayos UV que desprende estimulan la producción de este tipo de vitamina. A pesar de que muchas de las vitaminas y minerales se obtienen a través de los alimentos, la vitamina D es fabricada por la piel cuando el metabolismo cuenta con un precursor llamado 7-dehidrocolesterol, el cual se obtiene con la radiación UV del sol.
Mejora el aspecto de la piel
El sol puede ser un aliado para combatir el acné de la piel. Tomar el sol de forma moderada, durante unos minutos y cuando su intensidad es menor. De esta forma conseguimos eliminar la grasa de la piel e impurezas.
Disminuye la presión sanguínea
Tomar el sol dilata los vasos sanguíneos y aumenta el flujo sanguíneo reduciendo los niveles de presión arterial. Esto se produce porque la vitamina D reduce los niveles de la hormona paratiroidea, la cual libera el calcio de los huesos y regula la presión sanguínea. Como consecuencia, cuando los niveles de vitamina D aumentan, disminuye la hormona paratiroidea y la presión sanguínea.
Colesterol
Los niveles de colesterol tienden a disminuir en verano. Esto se debe a que la luz del sol ayuda a metabolizar el colesterol y, como consecuencia, disminuyen los niveles en la sangre cuando exponemos nuestra piel.
Estado de ánimo, sexo y sueño
Los rayos ultravioletas del sol aumentan la producción de endorfinas y serotonina, consideradas antidepresivas. Además, estas sustancias actúan junto con la testosterona favoreciendo la actividad sexual. Asimismo, la luz solar ayuda a dormir mejor, puesto que actúa sobre la melatonina de la piel, una hormona que regula los ciclos del sueño.
Efectos nocivos del sol en la piel
Cuando exponemos nuestra piel al sol sin ningún tipo de protección, los efectos dañinos se acumulan. Como consecuencia, la probabilidad de sufrir alguna enfermedad cutánea aumenta con el paso de los años. Podemos considerar que la piel tiene memoria, y que va acumulando los efectos perjudiciales de la radiación solar, pudiendo "castigarnos" algún día.
La piel produce melanina cuando entra en contacto con el sol y, como consecuencia, se broncea para para protegerse frente a los rayos ultravioletas. No obstante, este mecanismo de defensa de nuestro cuerpo no es suficiente para proteger la piel de los efectos de los dos rayos ultravioletas:
- Rayos UVA. Son los responsables de que la piel produzca melanina y adquiera el tono bronceado. Estos rayos no queman, pero penetran en las capas profundas de la piel pudiendo generar daños a largo plazo.
- Rayos UVB. Estos son los que afectan a la capa externa de la piel y generan el enrojecimiento típico de las quemaduras.
A continuación explicaremos cómo afecta el sol a la piel, poniendo en evidencia la importancia de tomar el sol con moderación y utilizar los distintos protectores solares de los que disponemos.
Quemadura solar
Es la forma más típica que conocemos de cómo afecta el sol a nuestra piel. Los rayos UVB dañan las células de la piel alterando y destruyendo el ADN. De este modo, el cuerpo detecta un aumento de la radiación solar ultravioletae incrementa la producción de melanina. No obstante, nuestra piel no tiene la capacidad de actuar frente a una exposición prolongada, por lo que las células resultan dañadas y se produce la quemadura solar.
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Fotoenvejecimiento
Otro de los efectos del sol en la piel es su envejecimiento prematuro. Esto tiene lugar por el exceso de rayos ultravioletas sobre la superficie de nuestro cuerpo. La luz ultravioleta produce daños en las fibras de colágeno, mientras que también aumenta en exceso las fibras de elastina anormales. La explicación a este fenómeno es la reacción del cuerpo como mecanismo de defensa, por lo que genera la formación de fibras que provocan arrugas y depresiones cutáneas. Cuando esto sucede, la piel presenta lesiones prematuras como flacidez, aspereza y cambios pigmentarios.
Cuanto más intensa ha ido la exposición al sol a lo largo de nuestra vida, más intenso será el fotoenvejecimiento.
Cáncer de piel
El cáncer de piel es otro de los efectos que puede tener la exposición de la piel al sol y es importante saber cómo prevenirlo. A pesar de que se tiende a generalizar, existen dos tipos de cáncer de piel: los melanomas y las carcinomas cutáneos. En ambos casos, el principal factor de riesgo son las radiaciones ultravioletas solares, especialmente las de tipo UVB y UVA. Como explicábamos anteriormente, estos rayos provocan mutaciones en el ADN de las células e impiden su reparación.
Melanoma
Es uno de los tipos de cáncer de piel que más ha aumentado en los últimos años, a pesar de que sea el menos frecuente. En este caso las células dañadas don los melanocitos, es decir, las encargadas de producir melanina. Como consecuencia de las alteraciones que tienen lugar en las células, estas se reproducen de forma descontrolada invadiendo los tejidos sanos de alrededor. Los melanomas son más frecuentes en personas con al piel y ojos claros que tienen una mayor dificultar para broncearse. Saber cómo detectar un melanoma puede ser de ayuda para reaccionar a tiempo.
Carcinomas cutáneos
Es el tipo de cáncer de piel más frecuente. Suelen aparecer después de los 50 años de edad y se ha producido un aumento de los mismos. Como en el caso anterior, las personas con la piel y ojos claros con más propensas a padecerlos.
Trastornos de la vista
Los ojos también están expuestos a los peligros del sol, por lo que además de pensar cómo afecta el sol a la piel, también deberemos tener en cuenta sus efectos sobre nuestra salud ocular. Las horas en las que el sol se encuentra más bajo, es decir, al amanecer y al atardecer, son las que suponen un mayor riesgo, puesto que inciden en los ojos de forma más directa. No obstante, los días nublados en los que la luz es mucho mas difusa también pueden dañar los ojos, puesto que la radiación ultravioleta no es absorbida totalmente por las nubes.
Inhibición del sistema inmune
Anteriormente explicábamos que la exposición a la luz solar ayuda a fortalecer el sistema inmunologico. Sin embargo, una exposición prolongada que suponga el contacto excesivo de nuestra piel con la radiación ultravioleta puede perjudicar el correcto funcionamiento de las defensas del cuerpo y de la piel.
Consejos para prevenir el daño del sol en la piel
- Moderación. El sol tiene efectos positivos en la piel, pero para ello es necesario que la exposición no sea prolongada. Debemos tratar de tomar el sol poco tiempo, y en aquellas horas en las que su intensidad es menor, como al amanecer y al atardecer.
- Protector solar. El uso de cremas solares junto con gorros, sombrillas y gafas de sol son fundamentales para reducir al máximo las posibilidades de que el sol afecte a nuestra piel. La crema protectora debe aplicarse 30 minutos antes de la exposición al sol, puesto que es el tiempo que la piel tarda en absorberlas. Además, debemos utilizar más crema después de cada baño.
- Gafas. Son imprescindibles para proteger los ojos de cualquier daño ocasionado por los rayos ultravioletas. Es fundamental asegurarse de que las gafas que compramos tienen la protección contra los rayos de sol adecuada.