Una limpieza de cutis es un procedimiento que tiene como finalidad purificar el rostro y ayudar a la piel a lucir mejor. Se pueden hacer dos tipos de limpieza de cutis para mejorar el aspecto de nuestro rostro y limpiarlo de impurezas y puntos negros; una de ellas la podemos realizar de forma casera y la otra en manos de un profesional.
Pero ¿cómo sabemos cada cuánto hacernos una limpieza? Todo dependerá siempre de tu tipo de piel, pero sobre todo será necesario hacerla cuando ya granos y puntos negros se hagan claramente visibles. Hoy en unComo te diremos cada cuánto hacer una limpieza y algunos tips importantes para lograr un rostro resplandeciente.
¿En qué consiste una limpieza?
Una limpieza de cutis puede hacerse forma profesional —en un salón de estética y belleza— o de forma casera. De cualquier manera ambas tendrán un mismo fin: despojar la cara de granos e impurezas. Al hacerlo de forma profesional se gozarán de ciertas técnicas; como por ejemplo, aplicación de productos profesionales que no están a alcance de los consumidores finales, así como la aplicación de técnicas específicas para cada tipo de piel. En cualquiera de los dos casos, los pasos fundamentales son siempre los mismos; puedes ampliar la información en nuestro artículo acerca de cómo hacer una limpieza de cutis.
Primeros pasos
La cara debe estar bien desmaquillada para comenzar una limpieza de cutis; primero, porque se trata de limpiar a profundidad y, luego, porque al aplicar productos específicos no deben quedar residuos de maquillaje.
Una vez el rostro esté completamente desmaquillado, debes aplicar vapor al mismo durante unos 10 minutos, de esta manera abrirás los poros y, haciendo un poco de presión, extraerás los granos o puntos negros. La aplicación de vapor puedes hacerla colocando agua muy caliente dentro de un bol, pones la cara sobre el bol y rodeas tu cabeza con una toalla, de esta manera lograrás que el vapor se quede concentrado y haga la tarea de abrirte los poros. Haces varias sesiones de unos pocos segundos, retiras la cara nuevamente para descansar un poco y vuelves a tomar vapor. Y así hasta que completes la sesión de 10 minutos.
La extracción de impurezas
Es importante que tengas en cuenta que al extraer puntos negros o espinillas debes tener las manos limpias. Es un procedimiento delicado que los profesionales hacen con guantes o productos especiales para evitar el contacto directo de la grasa con los dedos. Asimismo, la intensidad que apliques en la extracción de granos o espinillas pueden maltratar tu piel. Te aconsejamos no hacerlo a la fuerza para evitar lesiones o posteriores manchas.
Cuestión de piel
Aunque te digamos que debes realizarte una limpieza de cutis cada 15 días o dos veces por año, quien realmente puede ver el estado de tu cutis serás tú. La piel de la cara está constantemente sometida al uso de maquillaje y cremas, lo que va causando que los poros se llenen y se creen los pequeños puntos negros o granos. Por ello es recomendable ir haciendo aplicaciones de otras técnicas como las cremas exfoliantes o los cepillos exfoliantes. De esta manera irás limpiando el rostro previamente a una limpieza de cutis más profunda.