¿Sabes que el consumo de té blanco puede hacer mucho por tu piel, especialmente por su juventud y belleza? Así es, este té que proviene de los brotes jóvenes de la planta Camellia Sinensis es más antioxidante que el té verde y gracias a su elevado contenido en polifenoles, permite prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, retrasar la aparición de arrugas y evitar que los tejidos se vuelvan flácidos. Todo ello podemos conseguirlo bebiendo simplemente unas 2 tazas de este té al día, pero esto no es todo, y es que ya son muchos los tratamientos y cosméticos que han incorporado este ingrediente en su fórmula o composición por lo múltiples beneficios que tiene para la piel también de forma externa. Sigue leyendo este artículo de unCOMO para descubrir con detalle cuáles son las propiedades el té blanco para la piel y de qué forma debes usarlo para beneficiarte de él tanto interna como externamente.
Propiedades y beneficios del té blanco para la piel
El té blanco es una de las mejores bebidas que podemos consumir para mantener la piel saludable y, sobre todo, para preservar su juventud y lograr que luzca hermosa sin arrugas ni otros signos de la edad que le resten luminosidad y belleza. Estas increíbles propiedades antiedad del té blanco han sido probadas y demostradas por estudios científicos en los cuales se analizó la capacidad antienvejecimiento que tienen los nutrientes que este té contiene. Presta atención a las siguientes líneas en las que te contamos con detalle cuáles con las principales propiedades del té blanco para la piel.
El té más antioxidante
Científicos de la Universidad de Kingston en Gran Bretaña analizaron la composición nutricional del té blanco y encontraron que este era mucho más antioxidante que otros tipos de tés, incluido el té verde.
Presenta una mayor cantidad de polifenoles, que son componentes antioxidantes, y por lo tanto es capaz de frenar el proceso de envejecimiento de la piel al combatir la acción de los radicales libres en el organismo, que son los principales responsables de la oxidación de las células que conforman la piel y de que esta última envejezca y presente signos de la edad de forma prematura.
Favorece la producción de colágeno y elastina
Las propiedades antioxidantes del té blanco también colaboran en el proceso de producción de colágeno y elastina, que son las proteínas encargadas de mantener la piel joven, dotándola de fuerza y elasticidad. Por un lado, el colágeno está presente en los tejidos conectores y es esencial para que la piel se mantenga resistente y firme y, por otro, la elastina le proporciona flexibilidad y elasticidad a la dermis y se encuentra en los tejidos conjuntivos, óseos y cartilaginosos.
Por todo ello, el té blanco, al promover la producción de estas dos proteínas, permite reparar los tejidos cuando sufren daños, prevenir la flacidez de la piel, combatir las arrugas y retrasar su aparición.
Protege la piel del daño solar
Otro de los grandes beneficios del té blanco para la piel es que la protege de los daños que puede ocasionar la exposición a los rayos ultravioletas del sol.
En este caso, en otras investigaciones se comprobó que esta infusión protege las células de la piel frente al daño solar y el estrés oxidativo. La razón es que el té blanco tiene la capacidad de proteger las llamadas células de Langerhans, las cuales son unas células inmunes que se encuentran en la capa superficial de la piel y, por ello, son las primeras que sufren los efectos dañinos de la radiación ultravioleta.
Cómo preparar té blanco
Si quieres aprovecharte de todos las propiedades del té blanco anteriores y además beneficiar a la salud general de tu organismo, tan solo tienes que empezar a consumir esta bebida de forma habitual. Tienes dos opciones, la primera de ellas es comprar las bolsitas de té blanco ya preparadas para infusionar; y la segunda, adquirir las hojas sueltas de té blanco que tendrán una calidad una calidad superior y un sabor más agradable. En el caso de que optes por la segunda opción, tendrás que llevar a cabo los siguientes pasos para preparar un buen té blanco en casa:
- Poner a calentar el equivalente a 1 taza de agua en un cazo.
- Justo antes de que el agua empiece a hervir, se deben agregar 2 cucharadas de hojuelas de té blanco. Debes saber que la temperatura perfecta del agua para hacer el té blanco se encuentra entre los 65 y 80ºC.
- Dejar reposar de 3 a 5 minutos.
- Pasado ese tiempo, colar la preparación y agregar un poco de miel si se desea endulzar.
Puedes tomar de 2 a 3 tazas diarias de té blanco y así cada día estarás bebiendo una infusión que mantendrá tu piel joven por más tiempo y con un aspecto mucho más luminoso y radiante.
Contraindicaciones del té blanco
Es importante que antes de empezar a consumirlo, te asegures de que el té blanco no será contraproducentes para tu salud, y es que su ingesta está contraindicada en los siguientes casos:
- Personas muy nerviosas, con estrés o ansiedad.
- Pacientes con hipertensión arterial.
- Mujeres embarazadas o lactantes.
- Niños menores de 12 años.
Puedes ampliar esta información consultando el artículo Contraindicaciones del té blanco.
Tónico facial de té blanco
Además de beneficiarte del té blanco de forma interna, también puedes contribuir a una mayor belleza de tu piel mediante el uso de algunos tratamientos estéticos elaborados con esta infusión. Uno de los más efectivos es el tónico facial que te proponemos a continuación, pues podrás utilizarlo diariamente para limpiar la piel de tu rostro y así conseguirás que esté más hidratado y luminoso, además de que te ayudará a cerrar los poros abiertos y a evitar la formación de nuevas arrugas y líneas de expresión.
Ingredientes
- 1/2 taza de té blanco
- 1/2 taza de agua tibia
Tratamiento
Mezcla el té blanco con el agua tibia y luego usa esta preparación a modo de tónico facial. Para hacerlo correctamente, es importante que tu piel se encuentre perfectamente limpia y sin rastro de restos de maquillaje u otros residuos. Aplica este tónico casero por todo el rostro con la ayuda de un disco de algodón y da pequeños toques sobre la piel. Deja que el producto se seque por sí solo y no lo retires con una toalla. Puedes repetir este tratamiento todas las noches después de desmaquillarte y antes de irte a dormir.
Si te interesa saber qué otros tónicos caseros puedes preparar tú misma para el cuidado del rostro, no te pierdas el artículo Cómo hacer un tónico facial casero.
Mascarilla facial antienvejecimiento de té blanco
Otra increíble forma de usar el té blanco para la piel es mediante la aplicación de una mascarilla facial antiedad elaborada con 1 bolsita de té blanco y papaya, una fruta que gracias a la papaína tiene propiedades antienvejecimiento muy potentes. Con este tratamiento facial, podrás lucir siempre buena cara y una piel súper luminosa y fresca.
Ingredientes
- 1 bolsita de té blanco
- 1/2 papaya
- 1/2 taza de agua
Tratamiento
Primero, tendrás que preparar el té blanco y, cuando esté lista, esperar a que se temple. Machaca la pulpa de la papaya con un tenedor y luego mézclala con el té blanco. Aplica la mascarilla obtenida sobre el rostro, evitando colocarla sobre el contorno de ojos, y deja que haga efecto durante unos 20 minutos. Pasado este tiempo, retira con abundante agua tibia o fría. Repite la aplicación 1 o 2 veces a la semana y verás cómo en muy poco tiempo notas los resultados.