La piel grasa, por lo general, es fruto de la genética, pero el exceso de sebo también puede deberse a una mala alimentación, al sobrepeso, a trastornos hormonales o incluso al estrés. Sea cual sea el origen de este tipo de piel, lo fundamental es identificarla y empezar a cuidarla de la forma correcta, limpiándola como requiere y nutriéndola con productos que la equilibren y no aporten más oleosidad. Todo ello servirá también para evitar el envejecimiento prematuro y mantenerla radiante.
Hay varias afirmaciones acerca de la piel grasa que, cuando tenemos este tipo de piel, podemos plantearnos si realmente son ciertas o no. Y una de ellas, tiene que ver con los efectos del paso del tiempo y la edad. Si alguna vez te has preguntado si la piel grasa envejece menos, sigue leyendo este artículo de unComo para descubrirlo.
Cómo saber si mi piel es grasa
Para empezar, es muy importante saber cuál es nuestro tipo de piel para poder brindarle los cuidados específicos que necesita y nutrirla con productos realmente adaptados a sus características.
La piel grasa padece una sobreproducción de sebo, es decir, la glándulas sebáceas presentes en el rostro producen una mayor cantidad de grasa de la que deberían y, en consecuencia, puede diferenciarse por los siguientes rasgos o signos:
- Formación de brillos faciales, principalmente en la zona T del rostro (frente, nariz y barbilla).
- Aspecto oleoso o aceitoso.
- Poros dilatados y notorios, y es que se obstruyen con facilidad y esto da paso a la formación de impurezas, como granitos o puntos negros.
- Tendencia a sufrir acné.
- Textura resbaladiza y áspera en algunas áreas.
Si estás segura de que este es tu tipo de piel y te preocupa la cuestión del envejecimiento, sigue leyendo para descubrir si realmente como dicen las pieles grasas envejecen menos que otras y se mantienen más jóvenes.
¿Es cierto que la piel grasa envejece menos?
A pesar de lo antiestético que pueden resultarle los brillos faciales que aparecen en tu rostro a lo largo del día o los puntos negros y granitos, debes saber que una de la principales ventaja de la piel grasa es que es menos propensa a arrugarse de manera prematura que, por ejemplo, la piel seca. Sin embargo, debemos tener en cuenta que aunque no envejezca tan rápidamente, no es inmune a este proceso natural y muchísimo menos si no la cuidamos como requiere a diario y la ayudamos a que se mantenga saludable.
La piel grasa cuenta con un mayor grosor de piel al contener una cantidad más abundante de lípidos, lo que hace que se mantenga más protegida frente a las agresiones externas que pueden dañarla prematuramente, como por ejemplo los rayos del sol, el frío o el viento. Además, debido a la continua producción de grasa, la piel no se agrieta, no está tirante y se mantiene mucho más elástica, por lo que las arrugas no se hacen visibles de manera tan temprana.
Por el contrario, es conveniente señalar que las pieles grasas son más propensas a desarrollar flacidez, pues la grasa al pesar más puede acelerar los efectos de la gravedad en el cutis.
Consejos para cuidar la piel grasa
A diferencia de lo que puedas creer, la piel grasa sí necesita ser nutrida e hidratada para mantenerse en perfectas condiciones, aunque deberás hacerlo con los productos adecuados para no acentuar la oleosidad en el rostro y favorecer la aparición de nuevas impurezas. Toma nota de todos los cuidados que debes brindarle a tu piel para lucir hermosa y joven por mucho tiempo:
Limpieza facial
Es esencial limpiar la piel grasa unas 2 veces al día, por la mañana y por la noche, para liberarla de todos los residuos acumulados y evitar signos prematuros de envejecimiento. Para hacerlo, lo mejor es que elijas geles que se aclaran con agua fácilmente y dejan la piel completamente limpia sin aportarle oleosidad. Por el contrario, debes evitar aquellos limpiadores cremosos o con una base aceitosa.
Por otro lado, también puedes decantarte por el agua micelar, un producto revolucionario que desmaquilla, limpia y tonifica la piel al mismo tiempo. Es hipoalergénico y está indicado para todo tipo de piel. Descubre mucho más en el artículo Cómo usar el agua micelar.
Tónico astringente
Después de la limpieza, las pieles grasas necesitan la aplicación de un tónico facial que ayude a equilibrarla y a cerrar los poros para que así estos no sean tan visibles. La mejor opción es un tónico astringente, ya que este producto está especialmente diseñado para reducir la oleosidad en el cutis y mantener controlada la formación de impurezas. Aplícalo con la ayuda de un disco de algodón, evitando tocar la piel con las manos.
Hidratación
La piel grasa también puede sufrir deshidratación si no se nutre de la forma correcta. Ahora bien, es muy importante utilizar la loción adecuada porque de lo contrario será muy fácil aumentar la oleosidad en el rostro. Se debe aplicar un gel o sérum específico para piel grasa y, preferiblemente, únicamente por la noche para favorecer la regeneración celular de la piel.
Evita las cremas de días muy untuosas o los aceites que pueden engrasar aún más el cutis.
Una vez a la semana, te recomendamos que apliques alguna de las mascarillas para piel grasa que te mostramos en este artículo.
Exfoliación
Esta en una tarea que no debes pasar por alto, pues es necesaria para eliminar todas las células muertas y conseguir que los poros se mantengan cerrados. Adquiere una loción exfoliante de uso diario o exfolia la piel dos veces a la semana con un exfoliante casero indicado para piel grasa, como los que se elaboran con arcilla verde, avena y limón, kiwi y azúcar, etc. Puedes ver las mejores recetas en el artículo Cómo hacer exfoliantes para piel grasa.
Maquillaje
Otra de las principales desventajas de la piel es grasa es que el maquillaje dura muy poco intacto en el rostro. Para no tener que estar retocándote a cada minuto, es esencial que apliques bases de maquillaje libres de aceites, ligeras y fluidas, que selles el maquillaje con un poco de polvos traslúcidos y optes por las sombras en polvo.