La piel del rostro se encuentra expuesta diariamente a la acción nociva de agentes externos contaminantes, el viento, el frío, el sol, el cigarrillo, el maquillaje, etc., que acaban dañando su estructura e impiden que el proceso de regeneración y renovación celular se realice adecuadamente. Por este motivo, limpiarla de manera profunda y dejarla libre de impurezas debería ser un ritual de belleza para todas nosotras si queremos lucir una piel bonita, suave y también más joven. Si aún no sabes muy bien cuáles son todos los beneficios de la limpieza facial para la piel, sigue leyendo este artículo de unComo y convéncete de que es un tratamiento más que necesario para tener siempre un cutis envidiable.
Ventajas y beneficios de una limpieza facial profunda
A pesar de que desmaquillemos y limpiemos la piel dos veces al día, tanto por la mañana como por la noche, siempre quedan residuos acumulados y es posible que la dermis no llegue a oxigenarse por completo y, por tanto, le cueste más trabajo renovarse. Por todo ello, es que es tan importante someter la piel del rostro a una limpieza profunda profesional una vez al mes para lucir un cutis radiante y mucho más joven. Para que puedas convencerte de la eficacia de este tratamiento, en las siguientes líneas te detallamos cuáles son los principales beneficios de la limpieza facial:
- Se remueven todas las células muertas de la piel y se eliminan las impurezas acumuladas de manera profunda.
- Permite que la piel se oxigene desde el interior, por lo que vuelve a respirar de manera adecuada y el proceso de regeneración celular que tiene lugar en las noches se realiza con éxito.
- Desobstruye los poros por completo, los descongestiona y, además, reduce su tamaño, por lo que serán mucho menos visibles en el rostro y se eliminan los puntos negros y el acné.
- Equilibra el ph de la piel y combate los efectos de los agentes externos contaminantes en el cutis, los cuales pueden dar lugar a la aparición de múltiples problemas como exceso de grasa, brillos faciales, acné, sequedad, tirantez, rojeces, etc.
- Retrasa el envejecimiento, previene la aparición de arrugas y el resultado es una piel mucho más luminosa, tersa y sedosa.
- Aumenta la hidratación de la piel y los cosméticos o tratamientos aplicados después se absorben muchísimo mejor.
- Combate y disminuye los signos de fatiga y cansancio en el rostro.
- Se activa la circulación sanguínea en la zona y se tonifican los músculos faciales.
En qué consiste una limpieza facial profesional
Como hemos apuntado en el apartado anterior, lo ideal sería acudir a un centro de estética y hacerse una limpieza facial profesional una vez al mes, aunque se debe tener en cuenta que la frecuencia de este tratamiento puede variar en función al tipo de piel. Por ejemplo, aquellas mujeres con pieles acneicas o muy grasas podrían necesitarlo una vez cada 15 días o incluso una vez a la semana, en todo caso lo mejor será que te dejes aconsejar por una experta o especialista.
Una limpieza facial profesional puede tener una duración aproximada de entre 50 minutos y 1 hora y media y aunque cada centro de estética puede ofrecer una versión adaptada, el tratamiento común consiste en la realización de los siguientes pasos:
- Limpieza facial: se desmaquilla y se desinfecta el rostro y el cuello mediante la aplicación de productos que limpian superficialmente la cara. Con vapor, se abren los poros y con productos especiales se eliminan todas las impurezas. Estos productos se eligen en función de cada tipo de piel (seca, grasa, mixta, etc.).
- Masaje: se raliza un masaje tonificante y relajante aplicando geles o cremas para cerrar los poros y descongestionar la dermis.
- Hidratación y nutrición: se hidrata la piel mediante una mascarilla facial y se aplica una crema para proteger el rostro, además de un protector solar.
Si se desea, las limpiezas faciales profesionales pueden incluir otros tratamientos como peelings, aplicación de ácido glicólico, de productos más especiales, etc.
Cómo hacer una limpieza facial profunda en casa
Si no tienes tiempo para acudir a un centro de estética o quieres ahorrarte ese dinerito, también puedes hacer tu propia limpieza facial en casa para lucir una piel igualmente hermosa, luminosa y joven. Para ello, tendrás que seguir los pasos que te mostramos a continuación y utilizar los productos que mejor se adapten a las necesidades de tu piel, toma nota:
- Lava tu rostro con agua fría y elimina todos los residuos con un limpiador facial adecuado a tu tipo de piel. Descubre cuál es el ideal para ti consultando el artículo Cómo elegir un limpiador facial.
- Hazte un suave masaje con la yema de los dedos por zonas del rostro como la frente, la barbilla, el entrecejo y el cuello para relajar todos los músculos.
- Aplica una loción exfoliante para eliminar las células muertas mediante movimientos circulares.
- Realiza vaporizaciones para abrir todos los poros. Para ello, coloca una olla con agua caliente previamente hervida en una superficie dura. Cubre tu cabeza con una toalla y acerca la cara a la olla de manera que notes que todo el vapor caliente impregna tu cara, permanece en esta posición durante al menos unos 10 minutos.
- Pasado ese tiempo, aplicar un tónico para cerrar los poros y refrescar la piel.
- Finalmente, aplica tu crema hidratante habitual.
Es importante que tras la limpieza, evites maquillarte de inmediato y dejes que tu piel descanse y se renueve por completo durante un tiempo. Si, además te gusta la cosmética natural, también puedes incorporar a este tratamiento algunos ingredientes naturales tal y como te mostramos en el artículo Cómo hacer una limpieza facial con productos caseros.