Si quieres retrasar el proceso de envejecimiento y lucir una piel sana y juvenil por el mayor tiempo posible, entonces debes incrementar al máximo los cuidados que ofreces a tu dermis, especialmente a áreas tan delicadas y expuestas como el rostro.
Usar los productos indicados para nuestro tipo de piel, mantenerla limpia e hidratada, protegerla contra el sol, exfoliarla y aplicar mascarillas para su cuidado tópico son solo algunas de las medidas que deberemos tomar. Pero además podemos encontrar un buen aliado en algo tan simple como un cubo de hielo. ¿Sabes cómo el frío puede beneficiarte para luchar contra el envejecimiento? Sigue leyendo porque en este artículo de unComo.com te explicamos cómo usar hielo en la piel y lucir un rostro más joven y hermoso.
Beneficios del hielo en tu rostro
Son varios los trucos de belleza con hielo que podemos llevar a cabo en nuestra rutina diaria, pero antes de incorporar este económico pero eficaz producto en nuestro día a día, es importante conocer bien sus beneficios sobre la piel y el rejuvenecimiento facial.
El hielo es bueno para tu rostro porque:
Cierra los poros
Uno de los problemas más comunes, especialmente en las pieles grasas, son los poros abiertos que hacen que la piel no luzca tersa como debería. Además los poros abiertos hacen que la suciedad y grasa se acumulen en ellos, dando lugar a la formación de puntos negros y granos.
Debido a que el frío contribuye a cerrar los poros, la aplicación de hielo sobre la piel diariamente los mantendrá en perfecto estado, otorgándote una dermis con apariencia mucho más uniforme, saludable y hermosa.
Mejora la circulación sanguínea
El frío ayuda a estimular una adecuada circulación sanguínea, esto hace que nuestra piel absorba de forma más efectiva los productos hidratantes y antiedad que aplicamos en ella, pero al mismo tiempo nos ayuda a combatir el envejecimiento pues mientras más efectiva sea la circulación en la zona menos arrugas se formarán.
Tonifica nuestra piel
Mantener el adecuado tono de tu rostro es básico para evitar la flacidez facial que va produciendo que los pliegues de nuestra piel comiencen a colgar, un claro rasgo de envejecimiento. Así como el calor acelera la flacidez, el frío contribuye a la firmeza muscular, a mantener el tono y otorgar a nuestra cara una apariencia mucho más juvenil.
Desinflama nuestros ojos
La retención de líquido, una mala noche de sueño, problemas respiratorios o factores hereditarios, pueden ser causantes de la inflamación debajo de nuestros ojos que en algunos casos se traduce en marcadas bolsas. El hielo es un excelente aliado para reducir esa inflamación y hacer que nuestra mirada se vea mucho más despierta, mejorando la apariencia de nuestra piel.
Ayuda a desinflamar el acné
La obstrucción de los poros que conduce a la formación de espinillas ocasiona una clara inflamación en la zona en la que los granos se hacen presentes. Aplicar frío en estas áreas ayudará a desinflamar el acné, a disimular su presencia y también a disminuir el impacto de un nuevo grano en nuestra piel.
Nos da una piel más radiante
Todos los beneficios mencionados anteriormente se traducen en una cosa muy clara: la piel de tu cara lucirá mucho más radiante, suave y saludable, permitiendo que el maquillaje que apliques se vea más uniforme o que, en el caso de que decidas no maquillarte, tu rostro cuente con una luminosidad destacada. ¡Merece la pena probarlo!
Usar el hielo en piel paso a paso
Con todos los beneficios del frío sobre la piel ¿quien no querría sumarse a un tratamiento tan barato? Y es que lo único que necesitamos es un par de cubos de hielo y un paño suave de algodón ¡nada más!
Para usar el hielo en la piel deberás:
- Lavar muy bien tu rostro antes de comenzar, la piel debe estar perfectamente limpia antes de que cierres los poros con el frío.
- Envuelve un cubo de hielo grande o dos pequeños con un paño o toalla de algodón, mientras más suave sea el material mejor.
- Deja que el hielo se derrita un poco para que el agua fría comience a humedecer el paño, en ese momento comienza a aplicarlo en el rostro.
- Sin ejercer presión, aplica el hielo con movimientos circulares sobre toda tu cara haciendo énfasis en las zonas más problemáticas como el contorno de los ojos, la nariz, los pómulos o la frente, que suelen acumular más grasa, puntos negros, acné o poros abiertos.
- Debes pasar el hielo por el rostro durante al menos un par de minutos, dejando actuar el frío sobre tu piel.
- No te quedes en una misma zona por mucho tiempo o podrías romper los capilares de la piel, por eso sé cuidadosa y ve frotando por toda la piel.
- Una vez que termines puedes aplicar, si lo deseas, un tónico facial.
- Esta práctica se puede llevar a cabo en las mañanas para darle a tu rostro una mayor vitalidad y conseguir que el maquillaje luzca más uniforme y perfecto, o en las noches con el fin de mimar tu cara, cerrar los poros y hacer que la crema hidratante o antiedad actúe con mayor eficacia. Si dispones de mayor tiempo para tu rutina de belleza, puedes hacerlo en ambos momentos del día.
Consejos para realizar este tratamiento
Usar el hielo en la piel es un procedimiento simple que trae grandes beneficios a nuestra dermis, ayudando a lucir un rostro bonito, tonificado y más juvenil. Sin embargo es importante que tengas en cuenta algunas recomendaciones para que sea completamente eficaz:
- No apliques el hielo directamente en la piel pues podría producir daños en tu dermis, cúbrelo siempre con un paño preferiblemente suave.
- No dejes el frío en tu dermis por más de 15 minutos, los capilares de la piel podrían congelarse y romperse lo que causaría enrojecimiento y afectaría la apariencia del rostro.
- Para potenciar el efecto de este tratamiento puedes realizar cubos de hielo combinados con otros ingredientes que te ayuden a tratar un problema facial concreto. Por ejemplo si añades una gota de aceite de árbol de té al agua de cada cubo te ayudará a combatir el acné, por su parte unas gotas de zumo de limón son ideales para reducir la grasa y blanquear la piel. El agua de pepino aporta una mayor frescura y la manzanilla tiene un efecto calmante y antiinflamatorio.
¿Estás lista para lucir un rostro hermoso y renovado? Entonces introduce en hielo en tu rutina y disfruta de sus beneficios.