Son muchos los factores que le pasan factura a nuestra piel, la contaminación, el estrés, una mala alimentación, el uso de productos agresivos, el maquillaje, etc., y la hacen lucir sin vida y con una apariencia opaca nada favorecedora. Es por esta razón, por lo que se hace tan importante ayudar a que su regeneración celular se haga de forma adecuada mediante una tarea estética como la exfoliación. Tras ella, los cambios son increíbles e instantáneamente visibles, notando una piel mucho más radiante, suave y libre de impurezas. Te invitamos a que sigas leyendo este artículo de unComo para enterarte por qué es importante exfoliar la piel y las cosas que debes tener en cuenta en el momento de llevarla cabo.
Beneficios de exfoliar la piel
El proceso natural de regeneración de la piel tarda en hacerse unos 28 días, aproximadamente, en el cual se van desprendiendo todas aquellas células muertas de la capa superficial de la dermis. Sin embargo, a medida que envejecemos y con el paso del tiempo, esta renovación natural se va volviendo cada vez más lenta y el resultado es una piel con menos oxigenación y humectación. De hecho, tener la piel seca, opaca, un poco irritada o con manchas después de aplicar el maquillaje, son algunos de los signos que revelan la presencia de esas células muertas.
Por este motivo y para que la piel se mantenga sana, fresca y radiante, es esencial contribuir a ese proceso de regeneración con una exfoliación profunda al menos una vez por semana, aunque la frecuencia variará según las necesidades de cada tipo de piel. Cuando exfoliamos la piel, esta queda libre de células muertas y, en consecuencia, oxigenada y lista para poder aprovechar todos los principios activos y nutrientes de los productos, lociones y tratamientos que nos realicemos. Además de este, otros de los principales beneficios de exfoliar la piel son los siguientes:
- La piel queda mucho más limpia, lisa, suave y hermosa.
- Se eliminan impurezas y se previene la formación de imperfecciones como granitos, puntos negros, barros, etc.
- Se produce una activación de la microcirculación en la zona exfoliada, es decir que se favorece la eliminación de líquidos y, por tanto, es una buena tarea estética para reducir la celulitis y la piel de naranja.
- Las pieles grasas pueden controlar el exceso de producción de sebo con la exfoliación, mejorando así la calidad de su piel y evitando esa antiestética aparición de brillos.
- Ayuda a liberar aquellos pelos que pueden quedar enquistados tras la depilación, así como a prevenir su aparición, por lo que se aconseja exfoliar la piel justo antes de depilarse.
Claves para una buena exfoliación de la piel
Para que los resultados sean excelentes, hay una serie de reglas que debes tener en cuenta a la hora de exfoliar tu piel, toma nota y no te saltes ninguna de ellas:
- Se debe hacer sobre la piel húmeda, ya que si está seca podría causar irritación y enrojecimiento.
- No se debe realizar sobre una piel irritada o en zonas en las que haya heridas.
- Durante la exfoliación, los movimientos deben ser siempre suaves y mediante masajes circulares para reactivar la circulación sanguínea de la zona.
- Es importante utilizar una loción exfoliante específica para el rostro (con un grano menos agresivo y más fino), y otra para el resto del cuerpo (grano más grueso).
- Evitar exfoliar aquellas zonas del cuerpo muy sensibles y delicadas, como es el caso del contorno de ojos y los senos.
- Se debe retirar el exfoliante con abundante agua y, una vez la piel esté seca, aplicar una loción hidratante para calmarla e hidratarla.
Si quieres descubrir más detalles, te aconsejamos que consultes los artículos Cómo exfoliar el rostro y Cómo exfoliar el cuerpo.
Frecuencia de la exfoliación
No todos los tipos de pieles requieren de la misma frecuencia de exfoliación, pues cada una de ellas presenta unas características específicas que debemos respetar al máximo para mantenerla saludable y con buen aspecto. Presta atención a las siguientes recomendaciones:
- Pieles secas: será suficiente con exfoliar la piel una vez a la semana, con una loción suave.
- Pieles grasas: exfoliar la piel dos veces a la semana para limpiar los poros en profundidad y reducir el exceso de sebo.
- Pieles sensibles: no son muy recomendables los granos de los exfoliantes, pero se puede realizar la exfoliación una vez cada 15 días con un producto hipoalergénico.
Exfoliantes caseros
Hay productos naturales que gracias a su composición y textura son ideales para exfoliar la piel sin la necesidad de tener que adquirir ninguna loción comercial. Si prefieres apostar por la cosmética casera y, además, nutrir tu piel, prueba algunos de los exfoliantes naturales que te mostramos a continuación:
- Azúcar y limón: perfecto para remover las células muertas de la piel y prevenir las impurezas. Prepáralo mezclando 3 cucharadas de azúcar blanco, el zumo de 1/2 limón y 3 cucharadas de aceite de oliva.
- Sal y miel: eliminar la piel muerta, reactiva la circulación y deja la piel suave. Mezcla 1 taza de sal con 1/2 taza de miel y aplícala sobre la piel húmeda.
- Café: increíble para combatir la celulitis y aportar firmeza y tersura a la piel. Mezcla 2 tazas de café molido, 1/2 taza de azúcar blanco y 3 cucharadas de aceite de oliva o de aceite de almendras.
Puedes ver más recetas en los artículos Cómo hacer exfoliantes caseros para el rostro y Cómo hacer exfoliantes caseros para el cuerpo.