Los poderosos efectos que la música tiene sobre la mente humana ha sido objeto de numerosos estudios científicos. Durante miles de años, los líderes religiosos han supervisado a las congregaciones en el canto de himnos, los comandantes militares han hecho marchar a sus soldados al ritmo de los tambores y las culturas oprimidas han creado espirituales para hacer frente a su dolor. Es fascinante ver cómo la música ha afectado a los humanos en el pasado, pero es sobrecogedor pensar en cómo se puede utilizar en el futuro.
Este es tu cerebro en la música
Es casi una segunda naturaleza encender la radio cuando viaja en su automóvil o escuchar su álbum favorito cuando termina su lista de tareas pendientes. Sin embargo, lo que la mayoría no se da cuenta es que la música tiene la capacidad de afectar nuestro estado de ánimo, nuestra salud física, nuestra salud psicológica e incluso cómo funciona nuestro cerebro.
El efecto de la música en el estado de ánimo
La música tiene la capacidad no solo de recordar emociones sentidas en el pasado, sino también de evocar emociones que uno no ha sentido antes. Un estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Londres, ha demostrado que la música puede incluso determinar cómo las personas interpretan las expresiones faciales neutrales. Quienes escuchaban música triste tendían a interpretar expresiones neutras como tristes, y quienes escuchaban música alegre generalmente interpretaban las mismas expresiones como felices.
A menudo se explota esta capacidad de la música para afectar el estado de ánimo. Por ejemplo, los anunciantes reproducirán música emocionante para convencer a las personas de que se entusiasmen con sus productos. Además, algunas empresas están creando productos que utilizan algoritmos para crear listas de reproducción destinadas a inducir diversas emociones. Stereomood y Moodagent son dos ejemplos.
El Ritmo del Cuerpo Humano
La innovadora investigación de Sheila Woodward ha demostrado que, cuando son bebés en el útero, los humanos pueden escuchar el pulso rítmico de la sangre que fluye por las venas de la madre. "La naturaleza nos permite evolucionar con el ritmo que nos rodea", según Woodward. No es de extrañar que el ritmo y el tempo desempeñen un papel fisiológico tan importante para los humanos. Por ejemplo:
- Es común que las personas escuchen música mientras hacen ejercicio y hay una explicación científica de cómo esto ayuda. La música compite por la atención del cerebro durante un entrenamiento, por lo tanto, ahoga los gritos del cerebro por un descanso.
- Las personas pueden usar la energía de manera más eficiente mientras hacen ejercicio con música. Un estudio publicado en Scientific American demuestra que los ciclistas que escuchan música mientras pedalean requieren un 7% menos de oxígeno que los que pedalean en silencio.
El ritmo también puede ser una fuerza unificadora. Los científicos, como Aniruddh Patel del Instituto de Neurociencias de San Diego, California, teorizan que los humanos desarrollaron originalmente la capacidad de crear y moverse a un ritmo como una forma de unir a las personas en grupos. Según Patel, es más probable que las personas que se mueven juntas al ritmo cooperen entre sí, incluso en tareas no musicales.
El efecto de la música en la función cerebral
El cerebro humano es una increíble pieza de maquinaria biológica. La música es percibida por los humanos, y el cerebro es capaz de convertir esta percepción en realidad. La música puede alterar fundamentalmente el funcionamiento del cerebro.
Numerosos estudios han demostrado que la formación musical temprana en los niños hace maravillas en el desarrollo de su cerebro. Uno de esos estudios, publicado por Plos One, muestra que las personas que tuvieron una amplia formación musical cuando eran niños se desempeñaron mejor que aquellos que no la tuvieron en:
- Capacidad de discriminación auditiva
- Habilidades motoras
- Vocabulario y habilidades de razonamiento no verbal
Julie Roy, estudiante de posgrado en patología del habla y audiología en la Universidad de Montreal, presentó un estudio en Neurociencia 2013 (.pdf) que muestra que el entrenamiento musical puede afectar el procesamiento multisensorial en humanos. Los resultados de su prueba muestran que los músicos y los no músicos son igualmente capaces de detectar información basada en un solo sentido, pero los músicos son más capaces de separar la información auditiva de la táctil.
Otro estudio, realizado por Yunxin Wang del Laboratorio Estatal Clave de Neurociencia Cognitiva y Aprendizaje de la Universidad Normal de Beijing en China, proporciona evidencia de que el entrenamiento musical infantil puede incluso cambiar la estructura de la corteza cerebral.
Música como Terapia
La música tiene la capacidad de emocionarnos. Puede inducir sentimientos, estados de ánimo, incluso estados de ánimo. Debido a este tipo de poder, junto con los efectos fisiológicos descritos anteriormente, la música tiene capacidades fascinantes cuando se trata de terapia mental y física.
Un análisis reciente de varios estudios, realizado por Mona Lisa Chanda y Daniel Levitin, se centró específicamente en uno en el que los investigadores estudiaron a pacientes que iban a someterse a cirugía. Los participantes en el estudio escucharon música o tomaron medicamentos contra la ansiedad durante el período previo a la cirugía.
Los resultados mostraron que los pacientes que escuchaban música tenían menos ansiedad y niveles más bajos de cortisol que los que tomaban ansiolíticos. Este hallazgo tiene implicaciones emocionantes para quienes luchan contra la depresión y la ansiedad, pero temen los numerosos efectos secundarios que son característicos de los medicamentos contra la ansiedad.
También hay evidencia, tal como la presentó Susan Seligson, de que la música puede ayudar a los pacientes de Alzheimer a recordar de manera más efectiva o incluso prevenir la demencia. Es posible que las personas que luchan contra el Alzheimer y otras demencias no puedan comprender o responder al lenguaje, pero la música puede ayudarlos a recuperar su enfoque cognitivo. La música familiar puede incluso permitirles disfrutar de recuerdos perdidos hace mucho tiempo debido a su enfermedad.
Además, se ha observado que las personas con trastornos motores como la enfermedad de Parkinson caminan mejor mientras escuchan música rítmica con un ritmo predominante. Oliver Sacks, en su artículo The Power of Music, analiza las pruebas que han demostrado que los pacientes pueden sincronizar sus movimientos con ese ritmo.
Efectos drásticos y duraderos
La música estimula más partes del cerebro que cualquier otra función humana. Las regiones del cerebro dedicadas al movimiento, la atención, la planificación y la memoria se activan con la música, que literalmente penetra en el cuerpo humano. Dados estos hechos, se puede concluir que la música tiene efectos drásticos y duraderos en los humanos.