Sequedad, erupciones rojizas y picor intenso son síntomas típicos de la piel muy sensible o atópica que en algunos casos puede ir acompañada de molestias digestivas. En los últimos años el número de casos ha ido en aumento y, aunque no se sabe exactamente la causa, se cree que podría haber un exceso de higiene ya que estaríamos alterando el manto lipídico de la piel, por tanto, su capa protectora. Al margen de su origen, la medicina natural te ofrece un buen número de soluciones que ayudan a aliviar los síntomas.
Pasos a seguir: 1Fortalece tu piel con ácido gammalinolenico (GLA), este ácido graso esencial que abunda en los aceites de la onagra, la borraja o el grosellero negro nutre la dermis y reduce la inflamación y el picor. Puedes tomarlo como suplemento en las comidas o aplicarlo directamente en la piel en forma de aceite o incluido como ingredientes en crema.
2Espino amarillo, su aceite es fuente de omega 7 que ayuda a mejorar la piel seca, el ezcema y la dermatitis. se recomienda entre 1 y 2 g al día de aceite de espino amarillo en forma de perlas acompañando las comidas.
3Los probióticos son unas bacterias beneficiosas que tienen un efecto positivo en la digestión, reduciendo las alergias e intolerancias alimentarias que pueden agravar los síntomas de la piel atópica. Se hallan en los yogures, aunque en algunos casos se necesitan suplementos con una mayor concentración.
4Los tallos de la Dulcamara alivian los ezcemas crónicos y reparan la piel. se emplea tanto de forma externa como en comprimidos y gotas. Esta planta requiere cierta precaución por lo que la dosis la debe ajustar un experto. Las flores de la Caléndula tienen virtudes calmantes. Se aplica externamente en forma de cremas o geles de baño.
5Los baños de avena y de algas alivian el picor y la sequedad y tienen propiedades suavizantes y nutritivas para la piel, ideal una vez por semana. También hay productos de homeopatía que son realmente eficaces.