Los beneficios del tomate son variados: supone un gran aporte antioxidante, mejora la circulación de la sangre y es un perfecto aliado en los trucos de belleza caseros. Las mascarillas de tomate funcionan muy bien en las pieles grasas, reduciendo tanto el exceso de grasa como actuando sobre los puntos negros. Combinando sus propiedades con las de otros ingredientes caseros se pueden, además, lograr resultados mucho más espectaculares. Por ello, en unComo.com te damos la receta sobre cómo hacer una mascarilla de tomate, limón y avena.
Pasos a seguir: 1El limón tiene una gran cantidad de vitaminas, es un buen antioxidante y funciona perfectamente como antibacteriano, lo que le convierte en un ingrediente clave en muchas mascarillas caseras. En alguna de ellas, su poder se combina con el de la avena, que es también un buen hidratante y una excelente limpiadora.
2Tanto la miel, como el tomate y la avena funcionan muy en bien en las pieles grasas. Por ello, la mascarilla de tomate, limón y avena está claramente recomendada para este tipo de piel y funciona muy bien en las pieles con acné.
3Para hacer esta mascarilla necesitas, además de un recipiente en el que hacer la mezcla, un tomate maduro, limón y avena en polvo. Hazte también con una cuchara sopera que te servirá para medir las cantidades.
4Haz una papilla con el tomate. Puedes usar una batidora para ello, ya que será la forma más sencilla y fácil aunque si no tienes a mano uno de estos electrodomésticos, puedes ayudarte con un tenedor.
5Una vez que hayas aplastado el tomate, échalo en el bol en el que vas a preparar la mascarilla y añade una cucharada de avena en polvo (no tendrás que prepararla previamente) y una cucharada de zumo de limón. Remueve hasta que los ingredientes estén bien fusionados.
6Cuando tengas una pasta más o menos homogénea, aplícala sobre la cara. Recuerda que antes de aplicar cualquier mascarilla debes limpiar bien la piel y eliminar cualquier suciedad o impureza. Deja reposar sobre el rostro entre 10 y 15 minutos y retira con agua tibia.